2016-01-19


No sé cuánto cobra el manager de Selena Gómez, o su asesor de imagen, pero ¿en qué estaban pensando cuando permitieron esta situación? ¿Cómo puede ser que a una chica, independientemente de su talento, siendo tan joven y bonita, la suban a una pasarela junto a estas otras y parezca chaparra y con las tetas caídas?  Si yo soy el manager de Selena y esto sucede sin habérseme consultado, me subo y las bajo de las mechas.

diciembre 2015


“Aborigen brasileña de raíces alemanas” sería políticamente más correcto.

2015



No sé si porque nací en los ’80 y siempre preferí “Fama” a “Breakin’”, pero a mí me va LACOSTE.





Supongo que muy prontamente estará por aparecer el “dulce obrero” y el slogan será “el aperitivo que quieren las guachas”.

Supermercado Día, Bella Vista, Corrientes, diciembre 2015


En México, la gente se burla de quienes usan la expresión “suyo de ella”, “suyo de él”, etc.

Confieso que al principio me resultaba redundante, pero hay ciertos casos en que es muy útil. 

Pensemos que el Castellano no diferencia “his” (suyo de él), “hers” (suyo de ella) ni “yours” (suyo de usted).

Supongamos que trabajo en un guardarropas y tengo un asistente.  Un hombre y mujer se acercan a solicitar sus abrigos.  Necesito indicarle a mi asistente dónde está el abrigo de cada uno. “Su abrigo está a la izquierda y su abrigo está al otro lado”. ¡¿Cuál de quién está donde?!  Si yo digo “su abrigo de él está a la izquierda y su abrigo de ella está al otro lado” entonces mi asistente puede ir primero por el de la dama, y luego por el del caballero.

Alguien podrá decir que la manera correcta de decirlo es “el abrigo de la dama está a la izquierda y el abrigo del caballero está al otro lado”, pero ahí no estaríamos complementando un adjetivo posesivo insuficiente sino construyendo una estructura sustantiva nueva, que indica que yo considero al señor ‘un caballero’ y a la señora ‘una dama’ (cosa que podrían no ser, entonces… ¿por qué arriesgarse a forzar contenidos o puntos de vista personales por culpa de un adjetivo posesivo insuficiente?).

2004   

2016-01-18


Es la primera vez que, después de la tragedia del 11 de septiembre de 2011, me sirven una comida a bordo donde todos los elementos (inclusive la copa) son de plástico, EXCEPTO EL CUCHILLO. 

Esto se llama hablar a calzón quitado, y darnos cuenta de que la inseguridad, la violencia y las tragedias no pueden evitarse por más que usemos un cuchillo de plástico.  Quien quiera hacer daño puede hacerlo con las palabras o con el propio cuerpo.

¿O será que el cuchillo es de metal porque abordé en Corrientes?

En el año ’99 una amiga de Mercedes, misma provincia, me invitó a visitar su casa y su ciudad.  Cuando pasábamos por la puerta de un bar en particular me dijo: “aquí para entrar te palpan de armas” -hizo una pausa-. “Si no traes cuchillo, te dan uno.”

Flechabus, Bella Vista Corrientes-Retiro, Argentina, enero 2016



“Construyamos un mundo con igualdad”

“La riqueza está en nuestras diferencias”

O sea: ¿la invitación es para construir un mundo sin riquezas?

Saladas, Corrientes, enero 2016


Creo que el padre cuyo niño se atragante con alguno de los ejes metálicos de este cochecito va a tener dificultades encontrando a los responsables en una dirección de correo electrónico que contiene un acento y un dominio web que jamás existió.

Lo divertido va a ser llevar el corpus instrumentorum a la comisaría al momento de realizar la denuncia.

Saladas, Corrientes, enero 2016


La señora entra a la tienda a comprar uno de éstos.  La empleada que la atiende le pregunta: “qué color”.  La señora dice: “rojo, porque es para un nene”.

Saladas, Corrientes, enero 2015


Me alegra de sobremanera ver una casa cuyo frente está cercado por una reja inofensiva.  La reja se vuelve una caricia más que un límite.  La declaración amable de dónde empiezan los derechos de los demás y donde acaban los propios, pero no como un artículo del código civil, sino como un paso de danza o un pentagrama musical.

Saladas, Corrientes, enero 2016


Hay gente que, testigo del sacrificio ajeno, se cruza de brazos, y hay quienes se cruzan de piernas.

Carnicería EL SACRIFICIO, Saladas, Corrientes, enero 2016


Saladas, Corrientes, enero 2016


De niños, el día sábado, salíamos con mi abuelo a pasear a los perros.  En el camino de regreso a su casa, cogíamos flores de diferentes jardines (de los vecinos, por supuesto) y armábamos grandes ramos que le entregábamos a mi mamá, a mi abuela y a mi tía.  Ellas muy sonrientes, los agradecían.

Muchos años más tarde, he montado en cólera incontables veces cuando alguien (que no sé qué edad tenga) arranca de mi jardín flores que yo planto y cuido.  Maldigo. Y estoy a punto de desearles un mal, pero me acuerdo del orgullo que nos daba juntar esas flores y la alegría irresponsable de las damas que las recibían, y se me pasa.

Buenos Aires, años ’70 - Saladas, Corrientes, enero 2015

2016-01-16



Creo que cuando las discográficas etiquetan los discos con carteles como PARENTAL ADVISORY, advirtiendo a los padres de que el contenido de la canción puede ser inadecuado para sus hijos menores de edad, también debería haber algún tipo de etiqueta como CARDIAC ADVISORY, porque alguien podría morir bailando al ritmo extrasistólico de estas canciones…


Diciembre 2015


En la madurez de mi vida madura (por no decir ‘adulto emancipado’ porque sería muy joven, ni ‘umbral de la tercera edad’ porque estaría exagerando) todavía me encuentro con gente que, muy sonriente, quiere hacer el plan de ‘ir a bailar’.  Yo no tengo ningún problema con la danza: me encanta bailar, me encanta que en una fiesta ‘se arme el bailongo’, que la gente baile en los eventos de celebración (bodas, cumpleaños) y hasta en las calles, pero ¿hacer una salida a un lugar nocturno comúnmente denominado ‘boliche’?

Para empezar, el boliche empieza a partir de las 2 de la mañana, y a esa hora ya son pocos los que, en la madurez de su vida madura, tienen todavía energía para bailar.  Luego, la música está a un volumen que transgrede ampliamente los límites humanos tolerables (ya no hablo de ‘recomendables’).  En tercer lugar, la música que uno espera bailar no es exactamente la que estos lugares reproducen: la música de moda apunta a otra franja etárea, con lo cual uno puede pasar horas esperando que toquen algo que a uno medianamente le guste. 

Hay muchas más dimensiones para disertar y lo que entiendo, por supuesto, es que la gente MAYOR en gran medida ‘va al boliche’ buscando recrear una suerte de pasada libertad de juventud.  Entiendo por qué la gente decidía ‘ir a bailar’ cuando eran adolescentes. ¿Pero ahora? ¿Qué es lo que cada uno de nosotros busca cuando decide ‘ir al boliche’? ¿Qué es lo que busca un jueves, o un sábado cualquiera? ¿Qué es lo que busca en la noche de Año Nuevo? ¿Qué es lo que busca el que llega a la 1:30 AM? ¿Qué es lo que busca el que llega después de las 3 AM??!!  ¿Qué buscan los jóvenes? ¿Qué buscan los no tan jóvenes? ¿Y qué es lo que cada uno encuentra?


Bella Vista, Corrientes, diciembre 2015

El dueño del bar nos conocía y sabía lo cansados que estábamos de ir a lugares nocturnos para encontrarnos siempre con la misma música.  Para animarnos, nos dijo que en la fiesta de la Noche de Año Nuevo iba a haber dos pistas de baile: una de música electrónica (la que nos gusta) y otra de ‘cachengue’.  “Genial”, pensamos nosotros. Pero resultó que en la pista de ‘cachengue’ había esto:



y en la que supuestamente tocaba “música electrónica” había esto:



Bella Vista, Corrientes, diciembre 2015


El crucero estaba lleno de gente de la tercera (y hasta cuarta) edad.  Algunos habían bromeado diciendo que parecía “Cocoon”. Un joven músico compuso una canción diciendo que se encontraba en “Jurassic Park”.

Una mañana, en el populoso gimnasio del crucero, una señora mayor llegó muy presurosa y ocupó una bicicleta que acababa de liberarse.  En lugar de comenzar a hacer ejercicio, la señora simplemente permaneció sentada.  Varios segundos después, muy lentamente caminando con un bastón, llegó un anciano.  Entonces ella se bajó de la bicicleta y le cedió su lugar: lo ayudó a subirse, le sostuvo el bastón y llamó al entrenador para que le explicara cómo funcionaba la bicicleta.  Mientras el joven ajustaba los controles y hablaba con el señor, la señora le acomodaba la parte trasera de su camiseta que se había desaliñado en el esfuerzo de subir al aparato.

Yo pensé mejor en “El crucero del amor”.

Altamar, noviembre 2015





En la visita a mi estudio temporal durante una residencia artística, una galerista observó que mi obra evidenciaba una gran seducción por el brillo y la decadencia.

Ella sacó su conclusión luego de ver proyectos muy disímiles, como ‘Red Carpet’, ‘Elusivo’ y ‘Distanciadas’, entre otros.

Me admiré de su sensibilidad para leer la obra.

Pero luego me miré en el espejo y recordé el año 1975, cuando mis papás me dejaban algunas tardes en la peluquería de una vecina para que les contara cuentos infantiles a las señoras mientras tenían su cabeza adentro de la secadora.  Más allá de lo que yo pudiera contar con casi 3 años, o lo que ellas pudieran entender con la cabeza adentro de aquellos aparatos galácticos, parece que el ‘hit’ era el cuento de la Cenicienta, y el clímax era la parte donde yo aclaraba, con mi dedo índice muy en alto, que la carroza donde ella había llegado era “DE ODO”.


CentralTrak, Dallas TX, agosto 2015

Supongo que no soy el primero que lo nota, pero la tecnología excluye, cada día más, a personas que hacen tareas manuales PARALELAS a estar usando la tecnología.

Por ejemplo: ¿cómo cambio la música si estoy amasando una pizza? (antes apretaba un botón de la cassettera, o agarraba el disco con las palmas de las manos para darlo vuelta); ¿cómo atiende un mecánico su celular mientras está haciendo un cambio de aceite del motor? (antes agarraba el tubo y decía ‘hola’; ahora la pantalla de su smartphone nunca jamás reconocerá el desplazamiento de su dígito pulgar).

Dallas TX, agosto 2015


¿Quién se muere con ganas de morirse?

No hablo de la aceptación de una muerte inminente o la resignación o la desesperación o el cansancio de vivir o preferir la muerte al sufrimiento.

Si quitamos todas esas excepciones donde la muerte es un salvoconducto, insisto ¿quién se muere con ganas de morirse?

2015


En las pelis, me encanta el momento justo antes de que el o la protagonista se dé cuenta de algo.  Cuando se le iluminan los ojos como que está atando los cabos.  Y yo todavía no sé de qué se está dando cuenta, pero tengo la ilusión de que va a justificar todo lo que estuve viendo hasta ahora.

2015


Eso es “humor de risas grabadas”, dijo él, y yo pensé en un humor sin garantías de risa, que necesita secundarse de un público que le evite caer en el desánimo de bromas infructíferas.  Luego aclaró: “humor de risas de flato y pastel en la cara”, y entendí que aunque sonara parecido no era lo mismo: el flato tiene la garantía de la carcajada, en el flato no hay riesgo: el pedo no necesita de risas grabadas.

Epaux-Bezú, Piccardie, Francia, octubre 2015


Foto: Máximo González 

Ambos son personas que les gusta dar su punto de vista y que se los oiga. Traen una discusión que es más bien una competencia de puntos de vista ilustrados por la experiencia, y a cada uno se le hace muy difícil esperar a que el otro termine de expresarse porque ya tiene decidido lo próximo que va a decir y está listo para explayar. En un momento, uno de ellos le dice al otro: 

- Disculpa que te interrumpa, no quiero hacerlo, pero creo que te mereces mi interrupción. 

El otro lo dejó hablar. El hombre expresó su punto. Nunca entendimos por qué el otro merecía su interrupción, ni por qué él creía que merecía interrumpirlo. 

Bella Vista, Corrientes, diciembre 2015

Dos jóvenes de aspecto raído-veraniego caminan frente a mí; están hablando de sus incursiones personales en el mundo del vegetarianismo y otras conductas alimenticias. Están buscando un lugar en el parque para tirarse a tomar mate. Lo encuentran. Ella se sienta en el césped y, como una doctora que está dando un dictamen, dice: 

- La verdad que todos los veganos que yo conozco comen para el orto. 

Agronomía, Buenos Aires, diciembre 2015

En el pasado, cuando veía un paisaje como éste, me parecía la cosa más maravillosa del mundo y quería ser teletransportado inmediatamente allí. 

Hoy lo veo y me hago una serie de preguntas: 

1. ¿por qué no hay sombrillas? El sol se ve muy fuerte para estar al rayo partido 
2. ¿cuál es la distancia de las reposeras (camastros) hasta el baño más próximo? 
3. ¿habrá un mozo que nos traiga algo para tomar o hay que caminar hasta el hotel para pedir bebida? 
4. ¿será seguro dejar las cosas solas? 

Y todas estas preguntas técnicas suceden sin entrar en detalles naturales como cuestionarse la temperatura del agua, la existencia de aguas vivas (medusas), huracanes, mosquitos, erizos cerca de las piedras, algas o hedores en días de mar revuelto, qué se puede hacer si no toca buen clima, el cuidado que debe tenerse al ubicarse cerca de una palmera cocotera, etc. 

En el presente, encuentro un gran consuelo en no desear ciegamente aquello que debería desear como respuesta automática a una imagen. 


Diciembre 2015


Yo no sé si el chistosito es el curador que eligió las piezas para esta pared, o el museógrafo que decidió dónde colgarlas, o el asistente de montaje que tuvo oportunidad de avisar la interferencia conceptual de la entrada de aire acondicionado en medio de las obras pero decidió callar y seguir colgando.

MACBA, Museo de Arte Contemporáneo de Buenos Aires, diciembre 2015


Las inundaciones en el litoral dieron lugar a una reinterpretación del mobiliario playero.  La garita del guardavidas ya no funciona como tal porque hay “prohibición de baño” pero la gente aprovecha y la usa de trampolín.

Bella Vista, Corrientes, diciembre 2015


Recorriendo el Centro Cultural Kirchner por primera vez, me encuentro con este mural ‘backlight’ que cuenta la historia política de Argentina desde el año ’83 a la fecha.  Tomo un par de fotos.  Un señor se acerca a mí, casi desesperado, y me explica que su cámara se quedó sin batería justo cuando estaba haciendo el registro del mural.  Intento prestarle mi batería pero no le funciona, le ofrezco prestarle mi cámara y mandarle las fotos, y finalmente me pide que yo las tome y que él me contactará para pedírmelas.  Terminada mi tarea, revisa en mi cámara que todas las fotos sean de su agrado.  Me recalca lo importante es que este ‘documento’ quede registrado, porque ‘esto mañana ya no está más’.  Entiendo lo efímero de nuestro paso por el mundo, pero no creo que sea eso a lo que el señor se refiere.

‘¿Por qué lo dice? ¿Mañana termina esta muestra?’, le pregunto.

‘¡No!  Mañana ¡esto se termina!’.

‘¿Se refiere a que van a cerrar el centro cultural?’

‘No creo’, duda él, ‘pero van a poner otra cosa’.

Entiendo entonces que se está refiriendo al hiper-reciente cambio presidencial.

‘¿Y qué van a poner?’, le pregunto.

‘Qué se yo... Una exposición del FMI’.

Le manifiesto el placer de haberlo conocido, lo saludo y me despido.  Él ya sabe cómo me llamo (tiene mi tarjeta). Le pregunto su nombre.

Me dice: “Néstor”.

Centro Cultural Kirchner, Buenos Aires, domingo 20 de diciembre 2015

2016-01-05


Nunca, en ninguna sala del mudo, sentí una necesidad tan clara de interpretar el final de Flashdance.


Centro Cultural Kirchner, Buenos Aires, diciembre 2015



¿Tan jodido está el mercado local de pintores que no pudieron conseguir uno que supiera trabajar el efecto ‘pliegue’ ni el efecto ‘humo’?  Lo peor no es que el artista no consiguió el efecto, sino que decidieron que la obra comisionada debía convertirse en un mural-homenaje.  Este caso es más serio que el de la arrocería alicantina…



El mejor trabajo es ser empleado de este lugar durante la temporada baja.  Trabajas 2 horas por semana y, si no te cae bien el cliente, también puedes ampararte en el derecho de admisión y trabajar menos todavía.

Bella Vista, Corrientes, diciembre 2015


La idea es que venimos a las cabañas a relajarnos, a pasar tiempo al aire libre. ¿Por qué la letra gótica tipo laberinto del terror? ¿Será que las cabañas están embrujadas?

Bella Vista, Corrientes, diciembre 2015



Facultad de Agronomía, Buenos Aires, diciembre 2015


Hoy, el local que se ve a la izquierda de la imagen, es una tienda de regalos, pero hace más de 10 años era un bar.  Es por eso que en la puerta hay una parada del Colectivo Línea 42.  

Don Porta, vecino del barrio, salía todas las tardes, después de su siesta y de tomar los primeros mates con su esposa y su hija en la vereda, a tomar vermouth a este bar.  El colectivo lo recogía a escasos metros de la puerta de su casa y lo dejaba en las inmediaciones del bar.   A través de sus habilidades sociales y encanto conversador, Don Porta consiguió que el colectivo hiciera una parada forzosa en la puerta del bar: todos los choferes lo conocían ya y, a fuerza de su hábito y su edad que avanzaba, nadie le negaba la parada en la puerta del bar, aunque allí no hubiera.  Con los años, esta parada de la Línea 42 se institucionalizó.

Hoy no hay bar, y no hay Don Porta. Pero la parada quedó.

Barrancas de Belgrano, Buenos Aires, diciembre 2015


Creo que el primero al que se le ocurrió la experiencia transcendental de “ver la luz al final del pasillo” no era un místico ni un gran poeta… sino un pobre infeliz que se perdió en algún cementerio tratando de encontrar un nicho.

Chacarita, diciembre 2015


En las oficinas de la Prefectura se encuentran los vestigios de este ancla de flores que antaño unos soldaditos acalorados oficiando de jardineros cuidaban con ahínco.  Parece que este año la naturaleza ordenó levar anclas.  

Bella Vista Corrientes, diciembre 2015




Nos dijo que el 30/diciembre el parador iba a estar cerrado porque tenían que armar la decoración para la fiesta del 31.  Pasamos el 31 a la tarde a ver cómo se perfilaba la organización del evento, y vimos estas telas blancas atadas al alambre.

Qué bueno que se tomaron el time-out que necesitaron para garantizar una experiencia diferente.

Bella Vista Corrientes, diciembre 2015



Estoy tomando unas clases de meditación por internet. Descargo la aplicación y realizo mis sesiones utilizando mi celular y unos auriculares.  Me siento en la tranquilidad de mi departamento y, conforme avanza la experiencia, hay un ejercicio en el cual el maestro (que habla en inglés) dice que imaginemos una autopista con miles de coches que pasan en ambos sentidos.  Nosotros no podemos seguir detrás de todos los autos, ni pensar a qué compromisos acude cada uno de ellos. Debemos dejarlos sencillamente pasar y contemplar la carretera, en paz.

Está claro que el ejemplo es totalmente para una persona que vive en Estados Unidos. Yo vivo en el Centro Histórico de la Ciudad de México y el ejemplo más adecuado hubiera sido salir a la puerta de mi casa y contemplar la gente que camina en todas direcciones.


julio 2015

We are speaking about Frida Khalo’s extreme pains and how she got rid of them, momentarily, by using morphine.

We all say that fortunately we never had to use it.

One of us suddenly feels the need to confess: he once ended up in hospital in terrible pain chest.  He ran through several medical tests and, in the meantime, the pain was so excruciating that the doctors decided to inoculate him with morphine.

His wife remembers the experience.  But she can’t remember how the episode was diagnosed.

-It finally was gas- he said.

-You had gas and they gave you morphine???!!!

Dallas TX, August 2015


-¿Qué llevo de tomar? – me preguntó el día anterior a la cena.

-Lo q quieras tomar- le dije.

Y no trajo nada.

¿Cómo lo interpreto?

México,  2015


in the image: drawings at Atama Gallery, Dallas TX

It is admirable how politically correct people in the United States can be.  To the extent that this correctness is not a ridiculous behavior but a great lesson in empathy and tolerance.
There was this guy in the steam room which decided there was too much fog inside, so he started opening and closing the door repeatedly.  This is what I presumed, but one guy inside the steam room decided to ask and not to presume.

-    Excuse me, what are you trying to do?

It was the perfect question.

It would have been aggressive to say “don’t do that!”. It is an order.

It would have been impolite to say “what are you doing?”. It would be questioning his behavior.

“What are you trying to do?” reveals that he might be trying to do something that is not apparent to me, according to my upbringing, or that it could be improved in some way without previously judging his abilities: we could give him better options if we learnt about his ultimate intentions.

Baylor Health Center, Dallas TX, September 2015



We are at NorthPark Center shopping mall.  The place is famous for hosting, in the common spaces of the center, contemporary art exhibitions coming from the Nasher’s collection and portraying very prominent art works from around the world.

I see a Warhol and I am about to take a picture of it, when a security guard comes to me and tells me it is not allowed to take photographs. Presuming that the shop owners don’t want people to take pictures (that happens at the quinceañera street in Mexico City also) I explain that I am only taking a picture of the artwork.

-    I know - he says - , but you can’t take pictures”.
 
-    How strange, because I have seen a dozen people making selfies.

-    I don’t know about those people but it is not allowed to take pictures.  

To make a short description of an annoying discussion, I tried to make him understand how illogical it is that he comes onto a person who deliberately takes a picture of something when everybody has a camera on their telephones and they’re making pictures of whatever they want.  The guy kept repeating the same thing as if I was retarded, until he decided to say with a fake smile:

-    This is what we call private property.

I immediately understood that WE did not include me, whatever communist country I came from. He was also showing me that these people who hired him and have so much money that decided to exhibit their artwork in their hallways, and I should appreciate their generosity, shut my mouth and do as they consider appropriate because it is their house, not mine.





A menudo dejo que Spotify elija la música que voy a escuchar (estoy abierto a los descubrimientos).  Voy a la opción “Explorar”, elijo un género musical o una lista de reproducción sugerida y, conforme escucho, marco las canciones que me gustan para volver a ellas en el futuro.

La canción que suena no sólo está baratísimamente mal rimada, en este momento sus versos dicen:

"quiéreme agridulce
quiéreme como soy
no se borra el pasado
quiéreme hoy"

Y la que la canta se llama Raquel Sofía.

No puedo con tanto. Me da como un ataque.  Quiero borrar la canción, el playlist completo, quiero eliminar la estación de radio, si fuera necesario: desinstalar el programa.


Dallas TX, septiembre 2015

Evidentemente es una exposición muy especial.  Son obras maestras de una prominente colección europea, por eso hay tantas indicaciones de que no se pueden sacar fotos y hay tantos guardias que fingen una sonrisa pero están allí nada más que para arruinarme la experiencia artística.


-    no se puede tomar foto (ni sin flash, ni con celular),
-    no se pueden recibir llamadas (piden silencio como en la Capilla Sixtina)
-    ni hacer ruidos molestos,
-    ni acercarse demasiado a las obras,
-    ni usar bolígrafos o plumas fuente para tomar notas.

Por lo tanto hago lo siguiente:

-    me paro frente al William Turner más hermoso
-    en silencio
-    a la mínima distancia autorizada (señalada en el piso)
-    de mi hombro cuelga mi cámara profesional (que está lista para ser usada pero no uso)
-    en mis manos está mi celular, con el cual no saco fotos, sino que tomo notas (he quitado el sonido del teclado)

Frente al cuadro, escribo, escribo, escribo…

El de seguridad me mira, quiere acercarse, quiere decirme algo. ¡Se está poniendo nervioso! Me mira. Lo miro. Me sonrío.  Y escribo, y escribo… Ya no sé qué escribo, supongo que cualquier cosa, nomás pa’ joderlo.

Botticelli to Braque: Masterpieces from the National Galleries of Scotland
Kimbell Art Museum, Fort Worth TX, julio 2015